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¿Cómo ponerle la Correa a tu perro?

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¡Sin morir en el intento!

La correa es uno de los accesorios más usuales y cotidianos para un perro. Desde cachorros se les asocia con ella y no es para menos ya que es necesario por su seguridad y la de los demás. En algunas ciudades del mundo, su uso es obligatorio y con mayor razón si es uno muy pequeño o por el contrario, uno de raza fuerte o grande.

Pero lo cierto es que la correa no va de la mano con la naturaleza activa, libre y cazadora de tu perro. No olvidemos que nuestros amigos de 4 patas descienden de los lobos y por lo tanto, es probable que algunos muestren algo de resistencia cuando usan este accesorio por primera vez.

Esta vez, queremos darte unos consejos para que la inclusión de la correa no sea traumática en la vida tu perro, que la use sin oponer resistencia y que no se convierta en una dolor de cabeza para vosotros y una tortura para él.

1. La edad, un factor importante.

Si tu perro es un cachorro, es cuestión de acostumbrarlo desde los primeros meses, solo recuerda que para sacarlo a pasear debe tener el plan de vacunación y desparasitación al día. Consúltalo con tu veterinario.

Si por el contrario tu perro es adulto y nunca ha usado correa deberás ser un poco más paciente y cuidadoso al momento de seguir las recomendaciones que te daremos a continuación.

2. Elección del collar adecuado.

Lo ideal es que sea un collar ajustable con un broche fácil de cerrar y abrir. No debe ser muy pesado ni aparatoso, sin sonidos de cascabeles ni accesorios, incluso sin la medalla de identificación, mientras tu perro se acostumbra a llevarlo puesto.

Seguro ya habéis visto que este accesorio viene en dos partes: el collar que va en el cuello del perro y la correa que es de donde lo sujetas con tu mano. Por ahora nos enfocaremos en el collar para que todo salga bien.

3. Familiarización con el nuevo objeto.

Primero empieza a mostrarle el collar, unos días antes de intentar ponérselo. Colócalo en su cama, en su mueble preferido e incluso cerca a su plato de comida. Puedes abrazarlo y acariciarlo con una mano y con la otra sujetar el collar.

Si siente curiosidad permite que lo huela y que empiece a verlo como algo cotidiano en su vida y su entorno. No lo fuerces a nada, déjalo que lo reconozca a su propio ritmo.

4. La asociación positiva.

En ambos casos (adulto o cachorro) esta etapa es demasiado importante así que tendrás que valerte de los infaltables snacks, chuches y golosinas, de algunos juguetes y ¡de mucha paciencia!.

Si después de una semana no ha mostrado ningún interés por el collar, forma un pequeño rastro de snacks que lo conduzca a él y en el momento que lo olfatee, recompénsalo. Dale unos días más y permite que el asocie este objeto con algo que le guste mucho como su golosina preferida.

5. ¡Llegó el momento!

Luego de unos días, cuando veas que tu perro ya se familiarizó con el collar, intenta ponérselo. Tu actitud debe ser segura y firme, sin titubear, él debe sentir que lo haces con la mayor naturalidad y tranquilidad del mundo.

Abre el collar pero aún sin ajustarlo, pónselo por la cabeza mientras lo acaricias y justo en ese momento dale inmediatamente un snack, y luego otro más para que él establezca la relación que existe entre el collar y el premio.

Si después de un rato intenta quitárselo puedes jugar con él para distraer su mente y darle un juguete para que se distraiga aún mas y se olvide de la correa en su cuello.

Si algo sale mal, quítasela y repite el ejercicio al día siguiente siempre con actitud tranquila pero segura. Una vez lo logres, ajusta el broche dejando 2 dedos entre la correa y su cuello. Solo cuando logres que él se acostumbre al collar, empezarás a mostrarle la correa.

6. ¡Ahora sí, a pasear!

Una vez acostumbrado al collar, es muy probable que acepte la correa mucho más fácil. Colócasela y observa cómo reacciona. Si la reacción no es positiva repite la misma acción que hiciste con el collar premiándolo, esta vez con menos golosinas pero sí con palabras de cariño y aliento, siempre con seguridad.

Después de unos días también se acostumbrará a la correa, recuerda que el largo máximo recomendando es de 2 mts. para evitar que tire mucho de ella ocasionándole lesiones en el cuello. Solo entonces podrás sacarlo a pasear. No hay perro que se resista a una salida al parque o al mar, se sentirá tan feliz que se olvidará por completo que lleva puesta una correa y un collar, y terminará asociando la correa con el paseo.

Una vez tu perro se haya acostumbrado en su totalidad a este accesorio, puedes reemplazarlo por otros más novedosos. En nuestro PET SHOP para perros podrás encontrar muchos diseños que te encantarán.

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